Primero éramos unas pocas familias, cada una luchando por su cuenta para sacar adelante un pequeño entable minero. Nos dimos cuenta de que cada uno solo no iba a poder enfrentar los retos del cambio tecnológico y de las normas mineras y ambientales. Así que nos unimos y creamos Asominerales.
Como nadie se las sabe todas, los mineros tradicionales de Abriaquí, organizados en Asominerales, buscamos el apoyo de un equipo también antioqueño con experiencia y contactos para crear el Proyecto Fénix.
Han sido muchos años de trabajo y de aprendizaje juntos; de muchas lecciones y de algunos fracasos. Pero todo eso nos ha servido para mejorar el proyecto, aclarar las ideas de lo que aspiramos y de lo que no queremos y para saber que de verdad compartimos valores y objetivos.
Con esa claridad, buscamos el apoyo financiero que nos permitiera sacar adelante nuestro proyecto: un socio y un acuerdo que fueran fieles a nuestro sueño, a nuestros valores y a nuestros objetivos.
Después de muchas búsquedas y decepciones, encontramos un socio canadiense, que entendió el proyecto y apreció los términos del acuerdo que proponíamos.
La historia en Colombia nos ha dado razones para desconfiar de la inversión extranjera. Pero nos gustaría compartir aquí cómo es Canadá, su cultura y sus empresas:
Canadá es un país que también nació de la minería. Tiene y conserva muchas de las mayores maravillas naturales del planeta y ha llegado a ser uno de los mejores países para vivir, gracias a su cuidado de la naturaleza y del ser humano.
Los canadienses son una sociedad que se distingue en el mundo por el respeto por el otro y por la Ley. Cuando se hacen bromas sobre los canadienses es sobre lo extremadamente delicados que son en el trato con las personas y en el cumplimiento de las normas.
Y nuestro socio canadiense no sólo entendió nuestros términos, sino que los mejoró.
Compromiso público:
Fénix Corp. somos competitivos, por eso queremos la mejor minería en Abriaquí: en lo técnico, lo ambiental, lo laboral y lo social.
-Nuestro socio canadiense tiene que asegurarles a sus inversionistas y al gobierno de Canadá que sus acciones en Colombia:
-No favorecen ningún proceso ilegal existente ni generan descomposición social o inseguridad.
-Ofrecen condiciones de trabajo dignas y seguras, que favorecen el desarrollo personal y cumplen con todas las prestaciones y garantías de la Ley colombiana.
-No generan daño ambiental y se encargan de reparar cualquier afectación ambiental que la minería haya causado en el pasado en las áreas donde interviene.
-No favorecen ninguna forma de corrupción u otros procesos que debiliten las instituciones, sino que apoyan el fortalecimiento de la democracia en la sociedad local, la transparencia de las instituciones y la participación efectiva de los ciudadanos y ciudadanas.
Lo anterior es un compromiso público del Proyecto Fénix ante la sociedad, en Colombia y en Canadá. Porque queremos que así sea, tanto los socios colombianos como los canadienses, y así lo exigen y vigilan las autoridades de los dos países.
