Ante todo, somos mineros porque nacimos en una tierra minera, en un lugar que nació de la minería. y desde pequeños nos hemos sentido muy orgullosos del trabajo de nuestros ancestros.
Así como hay médicos buenos y médicos malos, malos y buenos abogados, panaderos buenos y panaderos malos, es claro que se puede ser buen o mal minero. pero nosotros, que crecimos aquí, sabemos cuánto esfuerzo cuesta ser minero. y no vale la pena tanto trabajo sino es para ser el mejor en lo que se hace.
También es cierto, que no es lo mismo el que viene a buscar con afán de encontrar para irse, que el que vive acá, donde tiene su mina y se va a quedar con su familia. así, hay dos tipos de minería: la que se lleva los recursos y la que deja riqueza.
Nosotros hemos estado acá por generaciones, sacando el sustento de la minería y haciendo de Abriaquí un lugar hermoso para vivir. no queremos otra cosa, sino que se pueda seguir viviendo de los minerales y que nuestros descendientes tengan en Abriaquí oportunidades de progresar y de vivir bien.
La clave: un buen plan
El éxito de un proyecto minero radica en comprender cada una de sus etapas y desarrollarlo de manera rigurosa y responsable.
El ciclo minero comprende diferentes fases.
Cada una de ellas toma varios años:
Prospección y exploración
Instalación
Operación
Cierre minero
Estamos en un estado muy temprano de un programa de exploración, que no incluye ningún tipo de explotación minera.
El trabajo actual de prospección no incluye el uso del agua de ríos, quebradas o cascadas. Se trata solo de recorridos, fotografías y mediciones superficiales.
Cuando se pase a la etapa de perforación exploratoria, todos los materiales utilizados, serán contenidos y recirculados; es decir, que no serán dispersados de ninguna manera en el medio ambiente y no llegarán ni al aire ni a los ríos o quebradas.
Posteriormente, dependiendo de los resultados de la exploración, cualquier potencial actividad minera solo deberá ocurrir luego de un cuidadoso análisis por parte de las autoridades mineras y ambientales, previo cumplimiento de todos los requisitos y trámites que la Ley establece y los mecanismos de información y participación ciudadana que esta indica.
Si el proyecto llegara a desarrollarse, requerirá la construcción de instalaciones con estándares internacionales, que incluyen la seguridad de las personas, el cuidado del ambiente, la fauna y la flora.
Tales instalaciones muy probablemente estarían bajo tierra y, por tal motivo, no afectarían el paisaje ni la superficie del terreno. Por tanto, tampoco afectarían otras actividades económicas actuales o potenciales, tales como la agricultura, la ganadería, el ecoturismo o el aprovechamiento sostenible de los bosques naturales y la biodiversidad.
